PuÑos a la madrileÑa

Sábado en casa y quién lo está, feliz. Marca TV sigue con sus veladas de boxeo cuando acaba la semana. Ayer, por fin un español peleando por alzarse con un título. Rubén Varón se enfrentaba a Matthew Macklin para arrebatarle el cinturón europeo del peso Medio. La velada, en el Echo Arena de Liverpool, en casa del boxeador de origen irlandés. Varón llegaba desde su Alcalá natal para noquear a Macklin antes de hacer dudar a los jueces. Con un sistema de puntuación que obliga a decantarse en cada uno de los asaltos, los igualados caen siempre del lado del local. Era la única fórmula y difícil iba a estar. Varón no había tenido un combate a doce asaltos desde el 2000 y el terrible Macklin salió con su calzón verde para darle una fiesta de regreso al español.

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En los cuatro primeros, Macklin se mostró dominante ante Varón, enlazando buenas combinaciones más visibles que dañinas para el español. Varón, a una corta distancia que quizá no le benefició, intentó castigar el hígado con su uppercut, pero el árbitro le avisó hasta dos veces por considerar bajos sus golpes. No había gran diferencia pero si la suficiente como para dar por perdido el primer tercio del combate.

En el quinto las cosas cambiaron y Varón tomó la iniciativa. Usando el jab para mantener la distancia, descargó el peso de sus puños en el cuerpo de Macklin. El árbitro, que seguía apercibiendo al español por pegar en el calzón, de cuello alto, del inglés, terminó amonestando a Varón con un punto menos en su tabla. Rubén dominaba, pero el combate no tenía ritmo por los continuos enganchones de los púgiles y la mala gestión del árbitro, que paraba la pelea constantemente.

En el octavo asalto, Macklin tendría sus mejores momentos. Tomando la iniciativa, castigando a Varón y retrocediendo a las cuerdas con una buena defensa, combinando bien para abrazar seguidamente al español impidiendo el contraataque. Ahí se apagó el inglés, que procuró mantener la renta que llevaba en lo que restaba de pelea.

Varón empezó a moverse más y mejor que Macklin, que empezó a retroceder primero y empujar después para intentar zafarse del ataque alcalaíno que Varón le hizo sentir. Pasaban los minutos y Varón seguía entero, castigando el rostro del inglés, al que solo le quedaba apoyarse en el español y empujarlo hasta las cuerdas para que el árbitro interviniera.

En el último, Varón estaba en lo alto de su combate, combinando una y otra vez sobre un desfondado e inoperante Macklin, con llamativas hemorragias por la cara. Esto pudo ser lo que le salvara, ya que cuando Varón más cerca estaba de acabar antes del límite, a medio minuto del final, el árbitro decidió pararlo y llamar al médico a la esquina del inglés. Ahí volaron los segundos finales y las esperanzas españolas.

Macklin se lavó la cara y subió a las cuerdas para celebrar la victoria con su público. Mientras, Rubén esperaba, sonriente y enfundado en una rojigualda, un veredicto cantado. La megafonía anunció las votaciones: Decisión unánime; 2, 3 y 6 puntos de diferencia a favor de Macklin. Algo que se esperaba y que no iba a dañar la moral de Varón.

Los expertos de Marca TV conectaron telefónicamente con los protagonistas. José Valenciano, su preparador, elogiaba la pelea y el buen estado final de Varón, al que ve futuro campeón europeo. Por su parte, el propio madrileño decía estar muy contento y satisfecho tras medir sus fuerzas con Macklin y haber estado cerca del triunfo. Para terminar, dio las gracias a Jaime Ugarte por educarnos en este deporte con 'La noche del boxeo'. Me uno.